Para que luego nos quejemos de las multas de tráfico.....
Una auténtica “noche de los cristales rotos” acaban de recibir las empresas Asahi, Pilkington, Saint-Gobain y Soliver de parte de la comisión europea en forma de una multa de nada menos que 1.384 millones de €uros por haber formado un cártel en el sector de los cristales para automóviles.
La mayor parte de la tarta se la lleva Saint-Gobain (que no es la primera vez que se ve inmersa en movidas semejantes) con un montante de 896 millones.
Tras ella, Pilkington tendra que desembolsar 370 millones de euros. Después se sitúa la japonesa Asahi, que colaboró en la investigación y ha visto reducida su multa a la mitad, 113 millones, mientras que la belga Soliver, la empresas más pequeña de las cuatro, abonará unos 4,4 millones.
Se trata de la mayor sanción impuesta por Bruselas en toda la historia de la política de competencia. Según la información recabada por la comisión, las compañías multadas se reunieron con regularidad entre 1998 y 2003 para repartirse un mercado en el que controlaban entonces alrededor del 90% del cristal utilizado en los coches nuevos y en los repuestos oficiales en la Unión Europea. Un mercado que solo en 2003 movió cerca de 2.000 millones de €uros.
Bruselas abrió el caso tras recibir una información anónima en 2005. Las pruebas recogidas hablan de varios encuentros entre directivos de las cristaleras en aeropuertos y hoteles de Fráncfort (Alemania), París y Bruselas en los que supuestamente se repartían la fabricación de piezas para los nuevos modelos de coches e intercambiaban información comercial.
Parece mentira que hayan cometido una metedura de pata de tamaño calibre, si es una de las primeras cosas que enseñan en la autoescuela: los cristales del coche, cuanto más limpios, mejor.